La voz del colectivo transitario 7 MARC VERGÉS “Estamos dentro del mundo empresarial y como todo el sector, vemos muchas nubes en el futuro”. Así de claro habla el presidente de FETEIA-OLTRA, Enric Ticó, quien analiza con Diario del Puerto Publicaciones los retos de la profesión ante la sostenibilidad y la digitalización, la derogación del Consortia Block Exemption y los problemas burocráticos. Para comenzar, nos podría comentar ¿cómo están los transitarios en este momento? Estamos dentro del mundo empresarial y como todo el sector, vemos muchas nubes en el futuro. La logística también depende de la geopolítica, así que el reto de los transitarios no es tanto preocuparnos para si ahora mismo hay una guerra o no, sino prepararnos para conocer dónde será la siguiente. Tenemos que estar empresarialmente preparados para saber que lo que hoy es seguro, mañana puede que no lo sea. La mayor parte de productos que transportan los transitarios españoles no pasan por la Península Ibérica, así que tenemos que estar siempre alerta a todo lo que pasa en el mundo para prever situaciones y encontrar soluciones antes de que llegue el problema. Una de las partes más apasionantes del trabajo del transitario es la disposición mental de anticiparse a los problemas. ¿Se han encontrado ya soluciones a los problemas que surgieron tras el inicio de la guerra en Ucrania? Sí. Lo que no cambia es el tema del grano o cereales, que sonmuy difíciles de exportar porque Rusia no les deja. La afectación con el resto de los productos se ha solventado. Tuvimos que encontrar alternativas viables para no pasar por esta zona en conflicto. Ahora Ucrania no es un problema. El problema siempre es encontrar cuál será el siguiente problema. ¿Cuáles son las expectativas para final de año? Los datos de este año señalan una cierta atonía en el tráfico de mercancías. Yendo al detalle, para mí uno de los datos más preocupantes es que el ferrocarril no alza cabeza y este es un elemento fundamental para la cadena logística. Por otro lado, el transporte marítimo siempre ha sido el número uno, pero es que además ha sabido sacar provecho de Short Sea Shipping, que está funcionando muy bien. Esto hace que se desvíe una parte importante del tráfico por carretera al mar. El precio de los fletes parece que se ha estabilizado… Cuando los costes son previsibles, el transitario puede hacerle una previsión a su cliente del coste por enviar una mercancía. Las navieras tuvieron una época de una desorganización tremenda y fallaron, bajo mi punto de vista. Y la manera de no morir fue con la exención de las navieras de la normativa de la UE Consortia, que eran claramente perjudiciales para los clientes. Y esto, entre otras cosas, favoreció la subida de los fletes. Ahora ya no están tan altos, el mercado se ha regulado y, además, la retirada del Consortia también nos favorecerá. Y, no quiero olvidarme de otra cosa. Antes no nos preocupaba demasiado el impacto económico de toda la cadena logística en el cliente final y ahora ya lo tenemos mucho más en cuenta. “Tenemos que estar siempre alerta a todo lo que pasa en el mundo para prever situaciones y encontrar soluciones antes de que llegue el problema”
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