CARGADORES 2023

Las voces de la carga 32 Si sumamos Brexit y pandemia, el resultado más inmediato fue la escasez de mano de obra no sólo en el transporte por carretera -un problema estructural que se ha exacerbado en los últimos años- sino también en muchos perfiles profesionales muy específicos que las empresas tienen dificultades en cubrir. Esa falta de conductores, tal y como aseguran las grandes asociaciones de cargadores, provocó una presión adicional en la capacidad operativa de muchas empresas cargadoras. En febrero de 2022, Rusia inicia la invasión de Ucrania, provocando una guerra en el seno de Europa. Las consecuencias provocadas por este conflicto son de sobra conocidas: inestabilidad regional y, por extensión, en toda Europa; crisis energética y escasez de materias primas. Desde un primer momento, las rutas de transporte se vieron afectadas, añadiendo una importante presión adicional a unas cadenas de suministro que la pandemia dejó tiritando. Las sanciones impuestas a Rusia, combinadas con al encarecimiento de los combustibles, han propiciado numerosas interrupciones del comercio de productos básicos, aumentando los costes en todos y cada uno de los eslabones de las cadenas de valor a nivel global. Y como consecuencia, ha habido un aumento de la inflación, con repercusiones en las empresas cargadoras en materia como el suministro de combustible, mantenimiento de flotas, financiación y mano de obra. En los últimos años, los vaivenes en las cadenas de suministro han obligado a las empresas cargadoras a hacer un notable ejercicio de adaptación para asegurar su continuidad. El Brexit y la pandemia sanitaria exacerbaron la falta de mano obra cualificada no sólo en la carretera, sino a la hora de cubrir ciertos perfiles profesionales muy específicos

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