FRUIT ATTRACTION

vierte a este Diario Marcos Badenes, secretario general de Asociación de Explotaciones Frigoríficas, Logística y Distribución de España (Aldefe). La facturación ha aumentado, cierto, pero impulsada en buena parte por la inflación. Hoy en día, el sector puede decir que está en un período de estabilidad, tanto en lo referente a la actividad como en lo que concierne a la creación de empleo y mantenimiento del número de empresas. Además, nadie se atreve a realizar predicciones sobre cómo acabará este 2023. La incógnita sobre la formación del nuevo Gobierno y la incertidumbre económica no son el mejor escenario para incentivar el consumo, “algo que determina la actividad de nuestros clientes”, lamenta Badenes. De hecho, “salvo contadas excepciones”, las empresas están optando por no acometer nuevos proyectos (“sólo nos constan fases finales de proyectos que arrancaron años atrás pero no nuevos”, apunta el secretario general) en unmomento en que la prudencia se impone a la espera de ver la evolución del mercado y recuperar los índices de rentabilidad que se han ido perdiendo. De hecho, el conflicto en Ucrania -y todas sus consecuencias derivadas- ha tenido como consecuencia una minoración de la rentabilidad de las explotaciones frigoríficas que llevó durante un primer periodo a absorber el beneficio acumulado y en algunos casos a acudir a las reservas, lo que llevó al sector a tomar medidas “dirigidas a contener este impacto en la actividad de las empresas”. Ahora, el reto es lograr recuperar la rentabilidad en la cuenta de resultados y proteger la gestión de las empresas partiendo de estas medidas. Pólizas de seguro “Durante estos últimos años las empresas de servicios de frío han hecho un enorme esfuerzo de gestión, organización y puesta al día que, seguro, dará resultado a medio y largo plazo”, remarca Badenes. No obstante, ha surgido una problemática bastante grave que tiene que ver con las pólizas de seguro de las instalaciones, que han multiplicado su coste hasta niveles difíciles de asumir, llegando a darse situaciones de empresas que no aseguran cámaras frigoríficas. En este orden de cosas, la mejora en la eficiencia energética de las instalaciones, con ayudas directas para su implantación; la descarbonización del sector con la implantación de más y mejores herramientas de autoconsumo; o la automatización de procesos y mecanismos con la entrada de las nuevas tecnologías son otros de esos retos. Consumo electrointensivo Ante esta situación, y dada la alta dependencia energética de las empresas y operadores logísticos del sector del frío, una de sus grandes reivindicaciones es que desde la Administración Pública se les considere como consumidor electrointensivo. A la espera de esa catalogación, la utilización de las energías renovables es una de las vías clave para enfrentar el día a día del sector. Tal y como explica Marcos Badenes, los operadores aumentan la eficiencia de su consumo energético “optimizando su consumo en las horas más caras del día o, en su caso, ajustando los costos por desvíos o excesos de potencia dentro de la factura energética”. Para el secretario general de Aldefe, el sector es “pionero”: la implementación de la energía solar ya es una realidad, “y ya hay experiencias de producción de energía eléctrica vía plantas de biomasa”. Por otro lado, y ante la normativa que regula utilización El coste energético es y ha sido la clave que sustenta la rentabilidad de las explotaciones frigoríficas en los últimos años y, previsiblemente, en los años venideros. Entre finales de 2021 y comienzos de 2022 se produjeron “situaciones que hicieron temblar las cuentas de resultados con costes inasumibles”, recuerda Badenes, lo que supuso que los costes en el escandallo general de las instalaciones frigoríficas pudieran llegar a un 50% del total. Se abrió entonces un proceso de renegociación de la deuda, ajustes de la gestión energética, implantación de medidas de autoconsumo e implicación de los clientes en la repercusión del coste de la energía. Las instalaciones frigoríficas han ajustado su funcionamiento y han ido equilibrando poco a poco este coste. “Sigue siendo fundamental, crítico y de difícil manejo por las características de las instalaciones logísticas que prestan un servicio 24/7, pero la paulatina repercusión en los clientes de este coste y las demás medidas han disminuido el impacto haciéndolo manejable”, afirma Badenes. Costes energéticos por las nubes EL DATO 101,9 MILLONES DE EUROS. Según el último Observatorio del Frío de Aldefe, la ocupación media de los almacenes de productos congelados fue del 76,98%. La facturación estimada del total del sector alcanza los 101,9 millones de euros, un 6,4 % más respecto al trimestre anterior. La actual situación de incertidumbre económica ha detraído la puesta en marcha de nuevos proyectos. Las consecuencias del conflicto en Ucrania han provocado una minoración de la rentabilidad de las explotaciones frigoríficas que llevó a las empresas a absorber el beneficio acumulado y en algunos casos a acudir a las reservas La mejora en la eficiencia energética de las instalaciones, con ayudas directas para su implantación, la descarbonización o la automatización de procesos son otros de los retos CADENA LOGÍSTICA DEL FRÍO Las pólizas de seguros de las instalaciones frigoríficas han multiplicado su coste hasta niveles difíciles de asumir, llegando a darse situaciones de empresas que no aseguran cámaras frigoríficas 

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