TRANSPORTISTAS 2024

2024 | TRANSPORTISTAS mercancías es del todo inviable hoy, tanto por la tecnología existente como con los tiempos y puntos de recarga”, al igual que otras alternativas, como el GNL y el hidrógeno. Por ello, al igual que Prades, “creo que actualmente el único combustible viable en el transporte de mercancías por carretera es el gasóleo”. No obstante, reconoce que el HVO -combustible de origen renovable que se obtiene a partir de aceites de cocina usados- podría ser una alternativa, “pero estamos hablando de un incremento de unos siete céntimos el litro y no creo que el transportista esté ahora mismo por la labor de asumir ese coste”. Crego lamenta que la alternativa al diésel no esté clara ahora mismo. “El coste de la inversión es tremendo como para apostar por un combustible y que luego sea otro el camino que se desarrolle. Hay una inseguridad tremenda a la hora de realizar la inversión, teniendo en cuenta además que son muy cuantiosas y que, en el caso de las pymes y autónomos, un error puede ser definitivo en la viabilidad de la empresa”. Ignacio Cepeda, presidente de honor de la Federación Interregional de Asociaciones de Transporte (Fitrans), pide que esa transición se haga de forma paulatina, ya que “en ningún caso ha de ser un salto al vacío”. Para Cepeda, “la descarbonización empieza con los biocombustibles, con una visión a largo plazo centrada en el hidrógeno y la electrificación, pero sin olvidar que estas nuevas tecnologías están en pleno desarrollo y que todavía no dan una respuesta a las necesidades del transporte”. En ese sentido, tanto el GNL, como el hidrógeno y la electrif icación son los caminos que hay que transitar para Cepeda, pero muy a largo plazo: “El GNL ya está aquí , el hidrógeno está l lamado a ser, pero todavía no es, y el camión eléctrico de momento es anecdótico en el transporte de mercancías A LA ESPERA DE UNA RED EUROPEA DE CARGA QUE NO LLEGA Una de las barreras con las que se encuentra el transporte por carretera es la falta de una red de carga lo suficientemente extendida para dar servicio a todos los camiones que cruzan Europa moviendo mercancías. El informe de la consultora McKinsey “Building Europe’s electric-truck charging infrastructure”, elaborado por Anna Herlt, Eugen Hildebrandt y Henrik Becker -socios de la firma expertos en Transporte y Automoción-, estima que, para 2030, se necesitarán más de 300.000 puntos de carga públicos y privados en todo el continente para camiones medianos y pesados, frente a los aproximadamente 10.000 actuales. La creación de esta futura red requerirá de 40.000 millones de euros de inversión de capital hasta 2040, de los cuales, 7.000 millones de euros serán necesarios hasta 2030. Hasta el momento, menos de una cuarta parte se ha comprometido públicamente. En línea con estas tendencias de electrificación de camiones, la primera fase de esa nueva red se instalará en depósitos de flotas privadas o centros semipúblicos. Después de 2030, una segunda fase permitirá la ampliación de la infraestructura de carga pública, “dadas las esperadas mejoras adicionales de acceso y capacidad de las ubicaciones de la red de media y alta tensión”, afirma el informe. De aquí a 2030, las instalaciones de carga cercanas a los principales polos industriales o centros logísticos representarán más del 90% de toda la infraestructura de carga, lo que requerirá una inversión total de 5.500 millones de euros y se espera que cubra el 75% de la demanda de electricidad de los camiones en 2030. Estos cargadores atenderán los casos de uso de distribución o de centro a centro que representarán la mayoría de los camiones eléctricos de primera generación en funcionamiento. Por el contrario, la infraestructura de carga pública de Europa se desarrollará más lentamente. Para 2030, el continente tendrá solo 4.000 puntos de carga públicos para cargas más lentas, nocturnas, y 12.000 puntos de carga rápida, lo que requerirá una inversión total de 1.500 millones de euros. Sin embargo, después de 2030, a medida que lleguen al mercado cada vez más camiones eléctricos de larga distancia, el desarrollo de la infraestructura pública se intensificará. “Para 2040, esperamos que se instalen un total de 100.000 puntos de carga públicos en lugares a lo largo de las carreteras europeas, que proporcionarán el 45% de la electricidad total utilizada por los camiones eléctricos”, afirman los expertos. ´ Para 2030, Europa tendrá solo 4.000 puntos de carga públicos para cargas más lentas, nocturnas, y 12.000 puntos de carga rápida.

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