NAVIDAD 2025

79 EL RELATO NAVIDAD · 2025 —¿Pero qué es eso de “urbanidad”? Suena a Franco -le reprocha el eterno “noviete”. Marcos va a responderle, pero no le da tiempo. Uno de los hi jos entra en el salón con la bandeja de los cafés, hace una l lamada y todos, incluso los niños, regresan a la mesa. Se sientan. Comienza el tintineo de las tazas. Faltaba Lucía. Viene de la cocina con una gran caja de dulces. —¿Eso qué es? -pregunta Marcos alerta. —Han empezado a vender los chavales del cole de Tomás cajas de polvorones para su viaje de f in de curso, de cara a la Navidad. El otro día les compré una caja y he pensado que para tenerlos ahí muertos de risa, pues nos los comemos hoy. ¿No te parece, mamá? —Me parece estupendo, hi ja. Bien buenos que están. —¿Po l vorones? ¿Po l vorones en sept i embre? - reacc i ona Marcos-. ¿Estamos locos? —Yo ya he comprado un turrón de chocolate -responde una de las cuñadas. —En el Centro ya están poniendo las luces -advierte el yerno. —A mí me parece absolutamente fuera de lugar -sentencia Marcos. —A ti te parece todo siempre fuera de lugar -le reprocha su mujer. —Lo que quieras, pero ¿qué sentido tiene que estemos celebrando en septiembre la Navidad? —No estamos celebrando la Navidad -le corta Lucía. —¿Ah no? De primero langostinos, de segundo cordero y de postre la mesa l lena de polvorones. —¿Una caja es tener la mesa l lena? ¿Pero qué dices, qué dices Papá? —Digo que todas las cosas tienen su momento y hay que respetar las tradiciones y no consumir sin más ni dejarnos engañar por todos los que quieren hacer negocio a costa de nuestros sentimientos. —¿Pero qué sentimientos, papá? ¿Qué tiene que ver lo que estás diciendo con comernos unos simples polvorones? —¿Cómo que qué tiene que ver? Si ya no respetamos los polvorones en Navidad, ¿qué va a ser para tu hijo Tomás la Navidad? —Papá, ¿de verdad que la Navidad para ti es una caja de polvorones? —¿He dicho yo eso? ¿Quién ha dicho eso? Yo no he dicho eso. ¿Acaso lo he dicho? —Hombre, Marcos, acabas de decir que… -intenta intervenir el yerno, pero una vez más no le dejan. —Yo lo que digo es que el tener un momento del año para estar todos juntos, para celebrar que estamos bien, para dar las gracias a Dios por todo lo que tenemos, para recordar a todos los que echamos de menos porque han fal lecido o no pueden estar con nosotros, para hacer balance de nuestras vidas, para reafirmar nuestros valores y creencias, para tantísimas cosas se necesita de gestos, tradiciones, símbolos… que nos refuercen y nos convoquen. —¿Como los polvorones? —Sí , Lucía, como los polvorones, como el árbol de Navidad, como el turrón, como el Belén y como tantas cosas que sirven para unirnos, para mostrar nuestros sentimientos y para ayudarnos a recordar nuestros afectos y emociones. —¿Por unos polvorones? —Sí, por unos polvorones y basta ya de tanto retintín y de que estemos dando el espectáculo. —Sí , vamos a tranqui l izarnos, por favor, Marcos -le ruega el yerno.

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