DIARIO DEL PUERTO LOGÍSTICA DEL FRÍO - FRUIT LOGÍSTICA 2022 22 ción por parte de los consumidores de productos congelados. Pero como en todo ciclo económico, hay explotaciones que han tenido que bajar la persiana. Tal y como reconoce Badenes, estos cierres no se deben tanto al contexto actual, sino que tienen más que ver con el ciclo vital de estas compañías, que han quedado obsoletas o que, partiendo de un ámbito de empresa familiar, no han podido superar la tercera generación. HACER PREVISIONES, UNA LOTERÍA Y, ahora, ¿qué? Hacer previsiones de cierre de año en el primer trimestre, saliendo de una situación pandémica, con la energía disparada y con una guerra en Europa del Este, convierte el juego de la predicción en una lotería. Badenes aventura buenos datos de funcionamiento (facturación, ocupación, empleo y manipulación) pero unas cifras de negocio muy complicadas por el encarecimiento de los suministros y, especialmente, de la energía: “Un encarecimiento que es brutal y que tiene un impacto en la cuenta de resultados muy negativo”. Esto puede tener derivadas no sólo en los balances de las empresas, sino que “puede extenderse a parámetros como el empleo o la propia situación de los operadores, que en una situación más normalizada no tendrían ningún problema”. ¿Este es el contexto ideal para acometer nuevos proyectos? Depende, opina Badenes. Por un lado, “hay interés y necesidad ante la demanda creciente de productos congelados y refrigerados”, una situación que no escapa a las empresas y que puede empujarlas a poner en marcha nuevas apuestas. Sin embargo, el estrechamiento de losmárgenes de rentabilidad por el aumento de los costes energéticos va a frenar ese “entusiasmo”. “De cada una de las empresas depende ver el vaso medio lleno o medio vacío”, concluye el secretario general de la Asociación. HACIA LA ESTABILIDAD TRAS DOS AÑOS DE PANDEMIA Hace dos años de la irrupción de la pandemia. A pesar de la inmensa influencia de la crisis, la catalogación del sector como esencial hizo que el sector no colapsara, haciendo un esfuerzo de adaptabilidad en muchos sentidos. “Podemos decir que el sector del almacenamiento frigorífico público ha salido más competitivo y modernizado del impacto de la COVID-19”, asevera Marcos Badenes, secretario general de ALDEFE. Las instalaciones frigoríficas son ahora más polivalentes, ágiles y controlan mejor los costes ligados a su actividad y el servicio de sus clientes. Sin embargo, las empresas no se atreven a hacer balance. “Todavía hay infecciones de trabajadores en las instalaciones frigoríficas, todavía hay bajas por COVID que hay que cubrir y servicios y turnos de trabajo que se resienten”, recuerda el secretario general de ALDEFE, aunque la tendencia es ir hacia una mayor estabilidad, que no crecimiento. “Los clientes van poco a poco incrementando stocks en función del mercado y, sobre todo, vigilando muy de cerca el Canal HORECA”. Y en función de ello, mejorará la situación de los almacenes frigoríficos. En resumen, “una situación bajo control, con estabilidad del mercado y expectativas de crecimiento a corto y medio plazo”. De todos los cambios introducidos a raíz de la pandemia, hay algunos que ineludiblemente van a permanecer de manera definitiva. Las medidas relativas al control de turnos, higiene laboral y las mejoras en los procesos de altas y bajas “han venido para quedarse”. Además de estos elementos muy relacionados con la gestión sanitaria, es evidente que las empresas del almacenamiento frigorífico han mejorado sustancialmente su gestión, optimizando recursos, aumentando productividad y reduciendo los kilowatios por metro cúbico de uso en sus instalaciones. “Se ha mejorado mucho, pero el precio pagado ha sido muy alto”, lamenta Marcos Badenes. Explotaciones y Operadores logísticos
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