CARGADORES 2025

CARGADORES 2025 31 RAÚL TÁRREGA Las empresas cargadoras en España, a pesar de un entorno de alta incertidumbre, se encuentran en un escenario de crecimiento moderado. La demanda europea cae, pero la mundial sigue al alza. No obstante, hay retos a los que hay que dar respuesta. La irrupción de la política arancelaria de Donald Trump es un contratiempo para las empresas cargadoras, no tanto por la imposición de la propia tasa -que también- sino por todo lo que lleva aparejado. Aparte de una reducción en las ventas, supone que las empresas deben actuar con más cautela e impide que puedan hacer planes a más largo plazo. Con todo, para algunas asociaciones esta situación representa una oportunidad, sobre todo en lo que supone de búsqueda de proveedores logísticos alternativos y nuevos mercados, con América Latina y la Unión Europea como regiones destacadas. Después de años de convulsiones, el transporte marítimo es uno de los más atractivos para las empresas cargadoras. Con unos fletes al contado muy por debajo de niveles de años anteriores, a las empresas les sale más barato embarcar sus mercancías, aunque algunas asociaciones denuncian que esos fletes mínimos son compensados por otros recargos implementados por las navieras. Por otro lado, el nuevo panorama de alianzas marítimas y la sobreoferta en el mercado hace que sobre el tapete haya muchas opciones. No obstante, sí es cierto que preocupa que esta nueva situación del mercado pueda desembocar en situaciones donde los precios puedan subir de nuevo. A nivel nacional, la entrada en vigor de la nueva normativa de pesos y dimensiones en el transporte por carretera supone una rotuna victoria para las empresas cargadoras, ya que era una demanda largamente reivindicada. Todas las asociaciones recalcan los beneficios que tiene la medida. Sin embargo, en el transporte por carretera sigue haciendo un problema estructural que pone en riesgo la viabilidad no sólo de los propios operadores, sino de los cargadores: la falta de conductores. Desde las principales asociaciones se recalca que se están llevando a cabo acciones para poder facilitar la labor de los chóferes, como la reducción de los tiempos de espera y las mejoras implementadas en las fábricas y plataformas logísticas. Sin embargo, los cargadores instan a las empresas de transporte a facilitar las medidas de conciliación de los profesionales del sector para hacer más atractiva la profesión. En cuanto al transporte ferroviario, las empresas cargadoras no se niegan a utilizarlo, aunque adelantan que, sin buenas infraestructuras, mejora de las operativas en las estaciones intermodales, mayor fiabilidad en los servicios, unos costes más ajustados y una labor pedagógica sobre los beneficios del tren, será muy complicado que la cuota ferroviaria actual llegue a ese 10% que el Ministerio de Transportes persigue para el año 2030. En la búsqueda de una mayor eficiencia, las empresas cargadoras han decidido abrazar las nuevas tecnologías, sobre todo la IA y aquellas que ayudan a predecir escenarios. Sin embargo, advierten que la desigualdad en los procesos de transformación digital de las empresas hace que, paradójicamente, la cadena de suministro no sea todo lo eficiente que debiera. Finalmente, los cargadores refuerzan su compromiso con la sostenibilidad, pero piden a las Administraciones Públicas una mayor concreción y estandarización de la normativa, sobre todo la referida a las Zonas de Bajas Emisiones. Para algunas asociaciones de cargadores los aranceles representan una oportunidad para buscar proveedores logísticos alternativos y nuevos mercados

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