CARGADORES 2022

CARGADORES 2022 61 BÁRBARA CORDERO La situación de incertidumbre económica es la cuestión que más preocupa a los representantes logísticos, que aseguran que la mejor forma de afrontarla es colaborando de manera estrecha con los cargadores. Desde la irrupción de la COVID-19, la relación entre cargadores y logísticos se ha redefinido hacia un modelo más cercano y colaborativo, con el fin de garantizar la efectividad de la cadena de suministro y que, en definitiva, el cliente final no sufra los estragos de las diferentes disrupciones que ha sufrido la cadena de valor, y que sigue sufriendo en la actualidad. La inflación, el incremento del precio de la energía y de los combustibles, la situación geopolítica global y la inestable situación del comercio internacional siguen poniendo a prueba la resiliencia de la cadena logística. Sin poder atisbar cuándo se dará el escenario de estabilidad necesario para poder elaborar una estrategia de planificación más a largo plazo, los representantes logísticos abogan por formar parte del “core business” de los fabricantes, con el objetivo de ofrecer un servicio más especial y personalizado. Y es que la logística se ha convertido en un factor clave para todas las empresas cargadoras, ya que ahora opera como un elemento de valor añadido y de competitividad, mientras que antes de la pandemia se la tenía en cuenta como un mero trámite más. Pero, además, la logística es esencial para cumplir con los objetivos de descarbonización de los cargadores, así como con sus objetivos en digitalización y automatización de la cadena de suministro, ya que este sector ha trabajado en los últimos años para reducir la huella de carbono de sus operaciones y para reducir los tiempos de las mismas, ayudándose de las soluciones tecnológicas más innovadoras del mercado. La logística se configura como un elemento de valor añadido y de competitividad para los cargadores.

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